Temblando y con lágrimas
en los ojos me desperté .
¡Qué horrible pesadilla!
Soñaba que el destino te
arrebataba de mi lado.
¡Cuanta sería mi angustia
y dolor, que ni el sueño
pudo soportar tanta aflicción!.
Te contemplo, sigues
apaciblemente dormida.
Hacia arriba miro y doy mil
gracias sin saber a quien.
Tan profundo es mi querer,
que ni en la fantasías de mis
sueños yo te quiero perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario