Anochece, estoy feliz, despierto a mis sentimientos
y los pongo a examen.
Reflexiono y les pregunto, cual es el sentido responsable
de mi bienestar y de mis emociones.
Difícil su descubrimiento, son autónomos, ellos ivestigan
en la mente, registran el alma y después nos invaden.
¿Me pregunto, sería bueno poder controlarlos manualmente?
Que agradable y apacible podría ser nuestra vida diaria, si
con sólo desear una emoción, ¡Se cumpliera!
Que maravilloso sería que en las reuniones, en el trabajo
y en la vida familiar se pudiera elegir democráticamente
una emoción edificante, ¡Y se cumpliera!
Cuanto avanzaría la humanidad si el sentido responsable
de la cordura, el que nos dice, vive la vida en paz y en
armonía, ¡Se cumpliera!
Sería extraordinario que los mandatarios mundiales, cuando
estuvieran reunidos y con la preocupación principal de
salir bien en las fotos,
ocurriera, que tuvieran todos a la vez, una emoción unitaria
de las que están, entrando al corazón al fondo y decidieran
acabar con todas las penurias que existen en el mundo
¡Y se cumpliera!
Que bonito sería, que ya todo controlado y felizmente el mundo
en paz y con la lección bien aprendida,
las emociones y los sentimientos volvieran a ser como siempre
ha sido, ¡Maravillosamente incontrolables!.
